Sexo tantrico y la salud

Sexo tántrico para el exito

viernes, 9 de octubre de 2009

Las posiciones tradicionales en el sexo tántrico


Coito Tántrico

El paso ideal a seguir tras las caricias tántricas, es el coito tántrico, cuyo principal objeto es prolongar la excitación sexual entre la pareja. El pene del hombre entra en la vagina de su compañera, aunque sólo unos 2,5 centímetros. El hombre mantiene dentro el pene durante un minuto, después lo retira y lo descansa sobre el prepucio del clítoris antes de volver a penetrar. Él se tumba parcialmente sobre la espalda y ella sobre la parte delantera, de esta forma puede atraer a su compañera hacia él. Ampliación >

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Hombre penetrando por detrás en el coito
En casi todas las culturas a esta postura se le denomina con un nombre de animal. En China, "coito del tigre que salta"; en el norte de Africa, "cópula del caballo" y en Rusia "a la manera del cangrejo". Esta muy extendida en pueblos de la india y Africa.

Aunque no son tan románticas como las posturas cara a cara, las parejas con frecuentes relaciones sexuales gozan de las alternativas que les ofrece la penetración desde atrás.

Al hombre le proporcionan una considerable libertad de movimientos y le permiten alterar con facilidad en ángulo de penetración y manipular el pene sin dificultad. Para las mujeres que poseen el sensitivo punto "g", estas posiciones pueden estimularlas al máximo.

Aquellas que no lo poseen experimentan sensaciones en extremo excitantes.

La posición de penetración desde atrás más conocida y difundida es, probablemente, la que en lenguaje coloquial se llama como "de perro". Se realiza con la mujer arrodillada con las manos en el suelo, o sobre la cama, y su compañero detrás, de rodillas. En esta posición, la vagina se orienta hacia él, quien la presiona. Ella puede modificar el ángulo de la pelvis de varias maneras para que ambos experimenten sensaciones diferentes. Más aún, ella puede columpiarse hacia atrás y hacia delante sobre manos y rodillas.

Ventajas: A pesar de que no hay contacto facial directo, existe buena comunicación con la pareja; además que permite a hombre acariciar manualmente a la mujer al tiempo que le habla. Esta postura resulta muy estimulante para el varón al sentir la presión de las nalgas de la mujer en su pelvis y escroto, y es especialmente placentera si ella junta las piernas, pues así el pene recibe una mayor estimulación. Esta última práctica se consigue gracias a la fuerza que los músculos constrictores de la vagina ejercen sobre el varón, algo utilizado en la terapia de mujeres anorgásmicas. Cuando esta posición es practicada tumbados de lado, siempre se produce una buena estimulación del punto G y es ideal para los hombres que buscan una satisfacción rápida o a los que les cuesta trabajo eyacular, ya que el glande recibe máxima estimulación.

Inconvenientes: dificulta el papel activo de la mujer. Cuando la penetración se hace con ella apoyada sobre sus manos y rodillas, se debe tener cuidado para calcular la profundidad de la inserción. "Como en esta postura la mujer se encuentra flexionada, el pene puede introducirse de tal manera que jale los labios menores de la vagina y eso puede causarle dolor", lo cual se puede solucionar mediante una buena lubricación.

No es aconsejable utilizar esta posición sin antes hacer un precalentamiento o lubricación. Es habitual que en esta postura la cavidad femenina se llene de aire, que posteriormente se expulsa de forma incontrolada.

Variantes:

La mujer está estirada boca abajo y el hombre se estira encima de ella penetrándola. LEER MAS >

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